jueves, 8 de septiembre de 2011

Te di una flor: canciones beligerantes



Leía hace poco que Silvio Rodríguez reconocía que se le ha criticado por no ser "demasiado beligerante" en sus canciones, refiriéndose al tema político, a lo cuál él respondió que prefiere expresarse "a través del arte de la palabra" y dejarle la política a los políticos.
Pues bien, en mi opinión, de lo que menos adolecen las canciones de Silvio Rodríguez, entre otras cosas, es precisamente de beligerancia. No solamente en cuestiones políticas, sino en diversos temas en los que ha enfrentado a sus críticos, defendido el movimiento de la trova, a la Revolución, sus convicciones, y hasta algunas canciones, como él mismo ha reconocido, "hechas para joder".
La mayoría de dichas canciones fueron escritas en las décadas de 1960 y 1970. Por ejemplo, en "Hay un grupo que dice" y "Mientras tanto", cantadas en el programa de televisión Música y estrellas, arremete contra los críticos del estilo de sus canciones:

Hay un grupo que dice que una canción
tiene que ser muy fácil para la razón,
que las cosas que digo sólo las sé yo.
No han abierto los ojos al mundo. [Hay un grupo que dice]


Al que le disguste mi sincero afán
de decir la vida en mi canción, [...]
sólo le diré que cuando pueda [...]
colgaré mi voz de algún lugar común, [...]
Pero mientras tanto,
yo tengo que hablar, tengo que vivir,
tengo que decir lo que he de pensar. [Mientras tanto]


En "Esta canción", un tema que es una especie de ajuste de cuentas consigo mismo, termina diciendo: "yo sé que hay gente que me quiere, yo sé que hay gente que no me quiere".

"Cuántas veces al día" confronta al oyente sobre el "silencio asesino" que nos hace culpables, más allá de que seamos conscientes o no, de los males de nuestro tiempo:

¿Qué silencio es culpable de la muerte de un hombre?
¿Qué silencio en nosotros ha colgado inocentes?
¿Qué silencio maldito ha cegado algún nombre?
¿Cuántas veces al día merecemos la muerte?
No busquen más alrededor.
Ustedes son.
No busquen más, no es el de atrás:
ustedes son. [Cuántas veces al día].


"Debo partirme en dos" está cargada de ironía, con ese famoso estribillo en el que Silvio imita el tipo de canciones "decentes", "de amor", que varios esperaban que interpretase, expone claramente que para satisfacer a todo el mundo, para quedar bien con Dios y con el Diablo, tendría que partirse en dos. Por eso concluye que él solo quiere cantar, sin importar el rumbo que tomen sus canciones.

"Canción de la trova" es como una declaración de principios del movimiento trovadoresco, ante las críticas de que las canciones no eran revolucionarias, Silvio deja bien claro que el único compromiso de los trovadores es con la canción misma:

Pues si mi canto es azul, ven traición,
y si es de piedra, también ven traición.
Viejos y jóvenes creen que un cantor
es un payaso con diablo y con dios,
pero cantar es difícil,
porque hay que querer la verdad
mucho más que a la misma canción. [Canción de la trova]


"Derecho humano" es una canción que expresa esa distancia que Silvio siempre ha tenido hacia el "estrellato", a que se le trate como una celebridad, en ese sentido yo la considero como una crítica hacia muchos de sus seguidores, una defensa contra ellos mismos:

Pido que no me miren bien,
pido que no me miren mal.
No me miren que no estoy.

Yo pido, pues, que no me admiren
yo pido, pues, que no me sigan,
que sólo estoy cantando un poco por cantar. [Derecho humano]


"Yo te di una flor" siempre la he interpretado como una crítica al movimiento hippie que quería arreglar el mundo con una flor, también a esa actitud de recibir los palos y responder con buenas maneras. "Resumen de noticias" es otra de esas canciones de declaración de principios del estilo trovadoresco de Silvio Rodríguez, que concluye con un "buenos noches amigos y enemigos". "Viven muy felices" es una canción contra los repetidores de sí mismos. "Nunca he creído que alguien me odia", canción calificada por Silvio como "paranoica", va más allá del odio entre los hombres, afirmando que detrás de eso odio se esconde una idea que es el verdadero enemigo (el capitalismo, la idea de lucro, la idea de que hay hombres superiores e inferiores, en fin, tantas maneras en las que se puede interpretar esta idea).

"Balada de las ratas" es una canción contra el oportunismo pequeño burgués. "El necio" es quizás la más emblemática de las canciones aquí comentadas, precisamente por la beligerancia y el coraje de su letra y tonada:

Será que la necedad parió conmigo,
la necedad de lo que hoy resulta necio:
la necedad de asumir al enemigo,
la necedad de vivir sin tener precio. [El necio]


En "Me quieren" Silvio vuelve a arremeter contra sus detractores con una deliciosa sarcasmo: "quien necesite hundirme entre las flores solo precisa un poco de paciencia". Finalmente, "Tonada del albedrío", incluía en su último disco, además de las referencias al pensamiento del Che Guevara, es una canción que confronta a los llamados intelectuales orgánicos, al servicio de los intereses del poder, también a los periodistas que venden su pluma al mejor postor:

Debe dar tristeza y frío
ser un hombre artificial,
cabeza sin albedrío,
corazón condicional.

Mínimamente soy mío,
ay, pedacito mortal. [Tonada del albedrío]


Seguramente se quedaron muchas canciones fuera de esta lista, sólo quise comentar aquellas en las que yo interpreto a un Silvio Rodríguez que utiliza la canción como un instrumento de combate, no sólo político, sino en muchos otros ámbitos.


Lista de reproducción

1. Hay un grupo que dice, 1967 [inédita].
2. Mientras tanto, 1967 [inédita].
3. Esta canción, 1967 [versión de Días y flores].
4. Cuántas veces al día, 1969 [versión de Érase que se era].
5. Debo partirme en dos, 1969 [versión de Al final de este viaje].
6. Defensa del trovador, ¿1969? [inédita].
7. Derecho humano (o Esto no tiene título), 1969 [versión de Mariposas].
8. Y yo te di una flor, 1970 [inédita].
9. Resumen de noticias, 1970 [versión de Al final de este viaje].
10. Viven muy felices, 1970 [inédita].
11. Nunca he creído que alguien me odia (o Mi asesino es el pasado), 1972 [versión de Érase que se era].
12. Balada de las ratas, 1979 [inédita].
13. El necio, 1991 [versión de Silvio].
14. Me quieren, 1996 [versión de Domínguez].
15. Tonada del albedrío, 2007 [versión de Segunda cita].

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