viernes, 21 de septiembre de 2012

Óleo de mujer con sombrero: la historia


Desde que Silvio anunció que se le había perdido un unicornio muchos salieron frenéticamente en su búsqueda. Se encontraron más unicornios que huesos de Cristóbal Colón o clavos de la cruz de Cristo. Silvio pidió que se detuviera la búsqueda, asegurando que lo había encontrado.

Los aficionados a hurgar en los misterios de su obra debieron cambiar de objetivo. Encontraron el sustituto perfecto en la enigmática "mujer con sombrero" que, según la famosa canción de Silvio, habita en un cuadro de Chagall.

Por ese entonces (la canción se compuso en 1970, y se grabó para el disco Al final de este viaje, en 1978), se daba por sentado que el cuadro existía. Algunos hasta presumían de haberlo visto en algún museo de Europa o Estados Unidos. No disponíamos de Internet para despegar dudas y enderezar entuertos en unos cuantos segundos. De hecho, en 1972 se grabó un recital llamado "Tetralogía de mujer con sombrero" del cual ya hemos hablado en otro post. En la portada del cassette en que se grabó el recital se ve el dibujo de una mujer de vestido blanco y sombrero amarillo, con una rosa roja a la altura del pecho. ¿Sería una copia o caricatura del cuadro de Chagall?

El propio Silvio se encargó de aclarar en qué se había inspirado su canción. Ocurrió en un concierto en Mexicali, Baja California, en 1982 [esta es la versión que comparto]. Silvio dice, en resumen, que le gustó mucho la mujer de un cuadro de Chagall, que usaba un sombrero blanco con un pluma roja. Años después, en los carnavales de La Habana, vio a una mujer con sombrero blanco y pluma roja. Ésta le gustó más que la primera. Y de ahí salió. Sin embargo, el problema quedó en las mismas, porque nadie ha podido localizar el mencionado cuadro.

En épocas más recientes, con el boom de las páginas web, blogs, redes sociales y demás, distintas reproducciones de las obras de Chagall adornan la letra de "Óleo de mujer con sombrero", pero ninguna de ellas resulta demasiado convincente, entre otras cosas porque el artista soviético no era muy dado a pintar mujeres adornadas con sombreros. En todos los casos el parentesco entre el cuadro de Chagall y la canción de Silvio resulta más o menos forzado. Veamos:

1. Los recién casados de la Torre Eifell (1909). Es una de las imágenes más recurrentes cuando se habla de "Óleo de mujer con sombrero", siempre y cuando demos por bueno el velo de novia como un tipo de sombrero. Tal vez se asocie este cuadro a la explicación de Silvio, porque detrás de la novia hay un ave gigante con cresta roja (por aquello del sombrero blanco y la pluma roja).

2. El ángel y el lector (1930). En este caso la mujer que representa el ángel y no lleva sombrero, pero hay un personaje (¿otro ángel?) que parece susurrarle algo al oído que si lleva.

3. El cumpleaños (1915). Aquí se puede decir que el sombrero de la mujer es el propio amante que al besarla queda sobre su cabeza en una contorción fantasmagórica.

4. Autoretrato (1968). En este cuadro reaparece la novia de "Los recién casados de la Torre Eifell", con su velo blanco, acompañada del ave de cresta roja. Lo interesante de esta interpretación es que la mujer misma es el sombrero de Chagall (un sombrero blanco adornado por una pluma roja).

Debo decir que hace tiempo fui a una librería y me pasé la tarde revisando un libro con las "obras completas" de Marc Chagall. Fuera de los ejemplos mencionados, no encontré nada que se acercara a la explicación que hiciera Silvio en 1982. Entonces ¿en qué quedamos? ¿Cuál es la mujer con sombrero del cuadro del viejo Chagall?

Para no quedarnos en las mismas propongo a continuación algunas hipótesis:

1. Silvio se equivocó o recordó mal, y la mujer de sombrero blanco con pluma roja que alguna vez vio en un óleo, no era de Chagall.

2. El cuadro de Chagall existe, pero por ser un cuadro tardío, del "viejo Chagall", no ha sido incluido en los libros que reproducen sus obras. Tal vez Silvio lo vio en algún museo de la Unión Soviética, y posteriormente el cuadro se extravió o no ha sido tomado en cuenta por los especialistas.

3. Silvio quiere jugar con nuestras mentes, poniéndonos a buscar unicornios.

4. Se trata, como dicen los psicoanalistas, de un "falso recuerdo". La bella mujer del carnaval de La Habana, esa que usaba sombrero blanco de pluma roja, Silvio "creyó" haberla visto en un cuadro de Chagall.

5. El cuadro que tanto hemos buscado no es otro que la propia canción de Silvio. En efecto, siempre se ha dicho que Silvio es un autor que "pinta" en sus canciones. Se sabe que su primera vocación fue la de dibujante de historietas, y que su afición a la pintura ha influido mucho en su forma de componer. Entonces, cuando Silvio dice: "una mujer con sombrero, como un cuadro del viejo Chagall", nos está dando la clave del misterio. En realidad la canción es una pintura, un cuadro donde se plasma a una mujer con sombrero, como si fuera un cuadro del viejo Chagall, es decir, imitando el estilo de su admirado pintor. El propio título de la canción lo dice claramente "Óleo de mujer con sombrero", la canción es un cuadro pintado con palabras.

Y hasta que no se tengan nuevas noticias, por el momento esa es la historia.


Óleo de mujer con sombrero (1970)

Una mujer se ha perdido
conocer el delirio y el polvo,
se ha perdido esta bella locura,
su breve cintura
debajo de mí.
Se ha perdido mi forma de amar,
se ha perdido mi huella en su mar.

Veo una luz que vacila
y promete dejarnos a oscuras.
Veo un perro ladrando a la luna
con otra figura
que recuerda a mí.
Veo más: veo que no me halló.
Veo más: veo que se perdió.

La cobardía es asunto
de los hombres, no de los amantes.
Los amores cobardes no llegan a amores,
ni a historias,
se quedan allí.
Ni el recuerdo los puede salvar,
ni el mejor orador conjugar.

Una mujer innombrable
huye como una gaviota
y yo rápido seco mis botas,
blasfemo una nota
y apago el reloj.
Que me tenga cuidado el amor,
que le puedo cantar su canción.

Una mujer con sombrero,
como un cuadro del viejo Chagall,
corrompiéndose al centro del miedo
y yo, que no soy bueno,
me puse a llorar.
Pero entonces lloraba por mí,
y ahora lloro por verla morir.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Ya no te espero (1969)



"El que espera desespera", reza el refrán, pero Silvio, en lugar de impacientarse compuso una canción. "Ya no te espero", grabada para el disco Mujeres (1979), puede no tener la fama de "Ojalá" o "Unicornio", pero, en mi opinión, debe considerarse entre las obras maestras del trovador cubano. Una tonada melancólica acompañada de una canción furibunda, retadora, envalentonada, pero sobre todo, polémica. Silvio es capaz de nombrar una noche de novios y a la madre de un hijo ciego en el mismo verso. La canción ha suscitado múltiples interpretaciones: hay quien opina que está dedicada a los enemigos de la revolución, esos a los que no se espera más; otros prefieren la visión romántica (estaría dedicada a una mujer -con nombre y apellido- o simplemente a la despedida amorosa), están también los que le dan una interpretación religiosa, de la pérdida de la fe en los ideales, de superación personal, de las cosas que se dejan atrás para seguir con la vida... (aquí algunas interpretaciones a detalle).

Como sucede con otras canciones ("Unicornio", "Óleo de Mujer con sombrero", "Ojalá"), cada quién tiene su propia opinión, su propia manera de interpretar la letra, la poesía. No deja de ser simpático que las múltiples y complejas explicaciones de "Ya no te espero" contrasten con la explicación tan sencilla que nos proporciona el autor: "La escribí en una circunstancia en que ya no esperaba más".

Dedicada para aquellos que, como Silvio, ya no esperan más.





Ya no te espero (1969)

Ya no te espero.
Llegarás, pero más fuerte.
Más violenta la corriente
dibujándose en el suelo
de mi pecho, de mis dedos.
Llegarás con mucha muerte

Ya no te espero.
Ya eché abajo ayer mis puertas.
Las ventanas bien despiertas
al viento y al aguacero,
a la selva, al sol, al fuego.
Llegarás a casa abierta

Ya no te espero.
Ya es el tiempo que fascina.
Ya es bendición que camina
a manos del desespero.
Ya es bestia de los potreros
saltando a quien la domina.

Ya no te espero.
Ya estoy regresando solo
de los tiempos venideros.
Ya he besado cada plomo
con que mato y con que muero.
Ya se cuándo, quién y cómo.

Ya no te espero.
Ya he liberado a tu patria,
hija de una espera larga.
Ya hay un primero de enero
que funda a sus compañeros
con la sed de mi garganta.

Ya no te espero.
Porque de esperarte hay odio
en un noche de novios,
en los hábitos del cielo,
en madre de un hijo ciego.
Ya soy ángel del demonio.

Ya no te espero.
 
clocks for websitecontadores web