miércoles, 28 de julio de 2010
Antología (1978)
Hace tiempo un amigo y yo estábamos repasando mentalmente la discografía de Silvio Rodríguez, acababa de lanzarse Expedición, así que estábamos en 2002. En fin, el caso es que por más que nos quebrábamos la cabeza, no lográbamos ubicar en qué discos habíamos escuchado una canción que en los primeros años de afición a la música de Silvio era básica y fundamental: "Mariposas". Después, de tanto buscar y no encontrar, también nos percatamos que se nos había perdido "El rey de las flores". ¿Cómo era eso posible?
A los que nos tocó vivir la era pre-mp3, sabemos que eran muy común que los casetes domésticos que circulaban de mano en mano no trajeran escrito el título en la calcomanía. "Escúchate esto", te decían, y uno lo escuchaba sin conocer de entrada el nombre del álbum. Por tanto, aquel viejo casete donde escuchamos las canciones arriba citadas, mi amigo lo consideraba una recopilación casera de varios discos, grabada en el reproductor de algún otro amigo. En realidad sí se trataba de una recopilación, pero grabada de manera oficial en 1978 y titulada Antología.
En efecto, Antología reúne canciones de todos los discos de Silvio editados hasta ese momento: Días y flores, 1975, Te doy una canción, 1975, Cuando digo futuro, 1977 y Al final de este viaje, 1978.
El disco incluye también la canción perdida por nuestro recuento: "Mariposas" y "Esto no es una elegía" (las cuales permanecían inéditas en 1978), y dos canciones grabadas con anterioridad con el Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC: "El papalote" y "El rey de las flores".
Para finalizar este post sólo quiero decir que me sorprende que "Mariposas" no aparezca en muchas de las listas que he visto en Internet sobre "Las canciones más populares o conocidas de Silvio". En lo personal no es de mis favoritas, pero en la década de los noventa, al menos en mi experiencia, era junto con "Unicornio" de las canciones más escuchadas, comentadas y "pedidas" entre los conocidos que compartían el gusto por Silvio. Como en todo, será cuestión de gustos, regiones y países.
Antología (1978)
1. Canción del elegido (Al final de este viaje, 1978)
2. Te doy una canción (Te doy una canción, 1975)
3. Madre (Te doy una canción, 1975)
4. Pequeña serenata diurna (Días y flores, 1975; Te doy una canción, 1975)
5. Mariposas, 1971
6. El papalote, 1972
7. Fusil contra fusil (Cuando digo futuro, 1977)
8. La era está pariendo un corazón (Cuando digo futuro, 1977; Al final de este viaje, 1978)
9. El rey de las flores, 1970
10. Esto no es una elegía, 1977
viernes, 23 de julio de 2010
Al final de este viaje (1978)
Un golpe directo a la mandíbula con knock-out incluido. Calificado en muchos sitios dedicados a Silvio como su mejor disco, su "álbum blanco", un disco "absolutamente perfecto". La reseña de La Caverna lo coloca por arriba del Blonde on blonde, de Bod Dylan, en lo que se refiere a discos de cantautores. De todo lo que puede decirse sobre este álbum grabado en 1978 por la disquera cubana EGREM, sólo quiero apuntar algunos detalles.
Fue la primera vez en su carrera que Silvio grabó un disco acompañado solamente de su guitarra, sin músicos ni arreglos. El trovador en estado químicamente puro. La relación íntima que se establece con todas las canciones del álbum tiene mucho que ver con el diálogo entre la letra y la música. Se incluyen melodías que se han vuelto leyenda entre los seguidores, como la introducción de "Ojalá", los arpegios de "Óleo de mujer con sombrero" y "Canción del elegido", o la introducción de "Al final de este viaje en la vida" que según muchos guitarristas es la canción más difícil de tocar de toda la discografía de Silvio.
En cuanto a las letras, hay un denominador común en todas ellas: la rebeldía. Al final de este viaje es un clásico de la canción de protesta, pero no de la protesta panfletaria y propagandista, sino de la protesta de un joven ante los problemas de su entorno, como el amor, la familia, la sociedad, los críticos y hasta la misma revolución.
El disco abre con "Canción del elegido", dedicada a Abel Santamaría, primer lugarteniente de Fidel en el asalto al cuartel Moncada. Si bien este tema es el más "político" de todo el disco, ha merecido diversas interpretaciones a lo largo de los años. Una muy difundida es aquella que la ve como una alegoría en clave contemporánea del cuento El Principito. También es muy citado aquel verso: "...y al fin bajó hacia la Guerra, perdón, quise decir a la Tierra".
"La familia, la propiedad privada y el amor" es un tributo al ensayo de Federico Engels "El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado" que se rebela frente a los valores conservadores de la familia burguesa: "Una buena muchacha de casa decente no puede salir / qué diría la gente el domingo en la misa si saben de ti".
En cuando a "Ojalá", ya era un clásico entre los admiradores de Silvio, pues se conocían las versiones de la Tetralogía y del Cuando digo futuro. Sin embargo, muchos escucharon en este disco por primera vez el mítico tema, otro elemento que le da al disco un aura de nostalgia.
"La era está pariendo un corazón" está dedicada al Che Guevara (ver Canciones para el Che). "Hay que quemar el cielo si es preciso, por vivir", es un verso homenaje a los bayameses que prefirieron quemar su ciudad antes de rendirla ante los españoles.
"Resumen de noticias" y "Debo partirme en dos" son temas furibundos y agresivos, "hechos para joder", en palabras del propio Silvio, quien los compuso para responder a los críticos que lo tachaban de contrarevolucionario por hacer canciones oscuras alejadas de las masas, y por negarse a entrar en el mundo de la farándula.
"Óleo de mujer con sombrero", como el resto de la Tetralogía, está emparentada con "Ojalá" (como comentaremos próximamente), y ahí radica su elemento de rebeldía. Ante esa "mujer innombrable" que "huye como una gaviota", Silvio se planta y amenaza: "que me tenga cuidado el amor / que le puedo cantar su canción".
"Aunque no esté de moda" está dedicada al amor de los viejos amantes, pero también al amor como sentimiento imprescindible de la vida, cada vez menos de moda en la sociedad moderna. La letra es una de las más bellas y emotivas de todo el disco: "algo nos está pasando, desde que la gente está empeñada en quererse amar y en poder vivir".
Aquí debo hacer un paréntesis para decir que la primera canción en mi vida que escuché de Silvio Rodríguez fue "Qué se puede hacer con él amor". Puse el casset de un amigo y comenzó a sonar. Supongo que a muchos les pasará lo mismo con alguna otra canción de este disco. Mi verso favorito: "El mundo, día de un año, ¿cuántos amantes se dan la mano? sin ver distancias, ni cercas ni mares ni largos años, frente a los prejuicios se ven hermosos..."
El disco cierra con la canción que le da nombre: "Al final de este viaje en la vida", una canción existencialista que reflexiona sobre nuestro brevísimo paso en este mundo, con versos como "somos prehistoria que tendrá el futuro, somos los anales remotos del hombre, estos años son el pasado del cielo". Como nota curiosa esta canción fue la última que Silvio compuso en la nave Océano Pacífico, al regresar de su viaje con la flota cubana de pesca.
Al final de este viaje (1978)
1. Canción del elegido, 1968
2. La familia, la propiedad privada y el amor, 1969
3. Ojalá, 1969
4. La era está pariendo un corazón, 1967
5. Resumen de noticias, 1970
6. Debo partirme en dos, 1969
7. Óleo de mujer con sombrero, 1970
8. Aunque no esté de moda, 1969
9. Qué se puede hacer con el amor, 1969
10. Al final de este viaje en la vida, 1970
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jueves, 22 de julio de 2010
Procissâo (de Olivia Byington)
Ahora presentamos una de la colaboraciones menos conocidas de Silvio Rodríguez. En 1983 la cantante brasileña Olivia Byington grabó en La Habana el disco Identidad, producido por Silvio. Se trata de una recopilación de temas de compositores latinoamericnaos. En la canción "Procissâo" del compositor brasileño Gilberto Gil, Silvio acompaña a Olivia Byngton con un pegagoso coro. En el mismo disco también aparece "Yo digo que las estrellas".
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Procissâo (de Olivia Byington)
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